en el deshielo.
Las arenas movedizas siempre
están dispuestas a tragarnos.
El asesino acecha en la colina,
trama la muerte,
la vida no es más que un objeto
de sustitución en su dogma.
Y ella, luego está ella...
la presa fácil a la que le cuesta asesinar.
© María Luisa Domínguez Borrallo
Fotografía de la autora |