No Pongas Nombre al Olvido

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24 de febrero de 2017

DIME QUE…

Dime que me amas
que este cántaro
no está tan roto.
Que sigues enredado
en mi cintura.
Que sigo reinando
en la noche de tus insomnios
y en los sueños
que tuvimos juntos.
Que los pies te siguen
llevando a las puertas
de mi casa,
y que a veces te sorprendes
buscando piedrecitas
para lanzar a mi balcón.
Que amas el desorden
de mis cejas
y el de mi pensamiento.
Que la costumbre de llamarme
te hace contar las horas,
aunque las dejes pasar de largo.
Que el ancho de tu cama
se estrecha y que mis mil yos
te arrinconan.
Que el largo del lecho se encoge
mientras se ensancha
la distancia que nos separa.
Que las mujeres que pasan
por tus manos son vainas vacías,
que no tienen peso,
que no dejan huella.
Que tu mundo no tiene sentido
sin mis enfados y huidas.
Que te mueres por tocarme,
que en la soledad no consigues
achicar el agua que te inunda,
y que maldices cada amanecer
que no pasas a mi lado.


© María Luisa Domínguez Borrallo

(No Pongas Nombre al Olvido) 

© Fotografía de la autora

21 de febrero de 2017

COMO EL HOLANDÉS ERRANTE

Ella estaba en todos los puertos,
en todos los abrazos
y en todas las condenas,
pero nunca era la misma.
A veces calzaba sandalias de verano,
otras botas altas o zapatos de salón.
Era rubia, morena o castaña.
Se vestía de alta o de mujer bajita,
la melena lisa al viento
o con rizos enmarcándole la cara.
Nunca era la misma
ni tuvo tiempo de amarla.
A veces lloraba al despedirse,
otras anotaba en su agenda:
- A esta no la volveré a ver más-
Estaba en todos los puertos
pero nunca era la misma.
La arropaba la ternura o la sexualidad,
o era la pasota de turno con buenas curvas.
¿Qué importaba quién era?
Siempre se topaba con un agujero
que no tapaba el vacío que dejó la irreverente.
Su corazón no moraba en ningún pecho,
se quedó anclado en el vuelo de una falda,
y ya era tarde para recuperarlo.

© María Luisa Domínguez Borrallo      

© Fotografía de Jorge Lázaro    



19 de febrero de 2017

SIN IMPUNIDAD

La soledad está bordada
de silencios, pequeños pespuntes
en una colcha, que no cubre
el perímetro de esta cama
de conciencia disoluta.
El tiempo disipa y desata
sin pudor y a conveniencia,
los tornados donde yacen
los anhelos y las tardes
de lluvia, que limpian tu cara.
Cada verdad y mentira cuentan
con puertas de entrada y salida.
Solo el tiempo descorrerá
los velos de las incertidumbres:
unos mostrarán su sexo
sin pudor, otros lo cubrirán
con las manos de la vergüenza.


© María Luisa Domínguez Borrallo

16 de febrero de 2017

ANIMAL

La liturgia trémula
de mi lengua en tu oído.
Las vísceras que no filtran
la garganta.
Y tu voz que suena ronca
y áspera, casi inaudible.
Sin dilación mi voz responde
a la tuya en la misma escala gutural:
Todo ello sin adornos de ninguna clase.

©
María Luisa Domínguez Borrallo


© Fotografía de la autora

15 de febrero de 2017

RECUPERAR EL BESO

Volver al éxtasis
del pasado,
“recuperar el beso”.
Confesarme adicta
a los días que se pliegan
y romper el espacio-tiempo
que nos separa.
Destronar esta sequedad
en mi boca.
“Recuperar el beso”:
el primero, el último,
el que espera.
Discernir esta metáfora
que no entiendes
de mi cuerpo y sí,
“recuperar el beso”
o crear un nuevo aliento
que te lleve hasta mi boca.


© María Luisa Domínguez Borrallo
© Fotografía de Carmen Torres Chaguaceda




13 de febrero de 2017

LA DESCONOCIDA

Hay días que me echo en falta,
que no sé dónde me escondo,
que estoy inconclusa y no me respiro.
En esa incertidumbre acaricio
la verdad de mi existencia.
Me recoloco, siempre sobra o falta
alguna pieza que no late.
Pero existo, nunca falto a una cita conmigo.
Luego cubro mi desnudez
y salgo a la calle donde la gente
me confunde, donde nadie me ve.

©
María Luisa Domínguez Borrallo     

© Fotografía de la autora



 

12 de febrero de 2017

EL MIEDO

Repostas en la estación
de mi escote.
Siempre te asustaron
más mis ojos que mis senos.
El amor da más miedo
que esta atracción
que no logras sacar
de tu cabeza.
Sabes que soy un viaje
sin retorno
y tú un pasajero asustado.


© María Luisa Domínguez Borrallo      
    

© Fotografía de Jorge Lázaro

9 de febrero de 2017

ESCRIBO POEMAS

El mundo habita en una mirada
que no es la mía
y yo la resumo en versos.

Escribo poemas.

Me aterra la frugalidad,
sin respirar aire vano,
inhalo dolor o euforia.

Escribo poemas.

Los días tienen un precio,
pago por cada uno de ellos:
con lágrimas, con risas,
con tinta de saliva o sangre.

Escribo poemas.

En mis manos el infinito,
que sin piedad ni medida,
me acaricia o araña.
Mi cielo y mi infierno,
no son de este mundo.

Por eso...

Escribo poemas.


© María Luisa Domínguez Borrallo      

© Fotografía de la autora      

8 de febrero de 2017

BÉSAME LOS SUEÑOS

No me pises los sueños
písame los miedos.
Todo lo que fui se ha ido,
ha caído la placenta al suelo.

Bésame en el hilo de plata
de un pensamiento. Allí
en la distancia que cuelga
del olvidado recuerdo.

Bésame el ombligo ausente
de cordón umbilical
y de línea alba. Bésame
donde una vez hubo latidos.
Injerta fertilidad
en mis tierras áridas.

© María Luisa Domínguez Borrallo 
© Fotografía de la autora



7 de febrero de 2017

SIEMBRA

Siembra una ilusión
en este hastío que me devora.
Roba la palabra a mis silencios,
y  no me pidas un beso
cuando me arranques la ropa.
Quédate en mi carne
como reinas en mi pensamiento.
Muéstrame que significa
la permanencia y quedarse.


©
María Luisa Domínguez Borrallo  

© Fotografía de la autora

6 de febrero de 2017

LA TRAMPA

La trampa siempre
estuvo en el aire.
Respiramos cansinamente
sin interrumpir las fases lunares.
No hay tregua donde definir
el espacio que ocupamos.
El mar navega en mi piel
mientras yo peino a las olas.
La vida me embauca
en una emboscada de la que yo
salgo bailando.
Lo muertos siempre supimos danzar.

© María Luisa Domínguez Borrallo 
  
© Fotografía de la autora y Fernando Pessanha       

5 de febrero de 2017

EL LÍMITE

Que el cielo espere,
llevo pasaje para este infierno
del que no pienso apearme.
Que vivir al límite de lo imposible
sea una posibilidad.
Que ninguna estructura ósea
delimite mis fronteras.
Que tu lengua siga venciendo
la linde de estos soldados blancos,
que rechinan cuando no te tienen
 
© 
María Luisa Domínguez Borrallo 


© Fotografía es de Jorge Molinero, el mismo poeta es el modelo mientras escribe.

2 de febrero de 2017

MOTIVOS

Para que el vértigo
inmovilice mis huesos,
y la penumbra juegue
con las sombras esta noche:
quédate amor.

Rompe el dilema 
de las horas muertas.
Acaba con las victimas
desordenadas de los silencios.
Que el miedo se sacrifique
y nos regale su ausencia.
Quédate amor,
en esta estrella miope,
en este páramo del refugio,
en estos brazos desechados
por los dioses que no tienen fe.

©
María Luisa Domínguez Borrallo    
 

© Fotografía de la autora.      

1 de febrero de 2017

SOLO PARA MÍ

¿Dónde escondo los sonrojos
al mirarte?
¿Cómo acallo las palabras
que no salen de tu boca
y moran en mi pensamiento?
¿Cómo abortar esto
que ya no sentimos, pero añoramos
por la costumbre de reincidir?
¿Cómo vivir esta muerte diaria
donde no termino de morir?
Desaprendo la ruta de tus lunares
en la distancia del verso,
y deseo que hagas el amor
con los calcetines puestos.
Que el desnudo de tus pies
haya sido mi regalo.


©
María Luisa Domínguez Borrallo  
(Penélope en su Odisea)