de mi lengua en tu oído.
Las vísceras que no filtran
la garganta.
Y tu voz que suena ronca
y áspera, casi inaudible.
Sin dilación mi voz responde
a la tuya en la misma escala gutural:
Todo ello sin adornos de ninguna clase.
© María Luisa Domínguez Borrallo
© Fotografía de la autora |