inmovilice mis huesos,
y la penumbra juegue
con las sombras esta noche:
quédate amor.
Rompe el dilema
de las horas muertas.Acaba con las victimas
desordenadas de los silencios.
Que el miedo se sacrifique
y nos regale su ausencia.
Quédate amor,
en esta estrella miope,
en este páramo del refugio,
en estos brazos desechados
por los dioses que no tienen fe.
© María Luisa Domínguez Borrallo
© Fotografía de la autora. |