Palabras de José Luis Piquero para la presentación de Epitafios Incompletos.

Un honor las palabras que me dedica uno de los mejores poetas de nuestro país. Al que no sé cómo dar las gracias.

EPITAFIOS INCOMPLETOS, DE MARÍA LUISA BORRALLO (EDITORIAL AMARGORD)

Este libro pudo haberse titulado Crímenes imperfectos. Casi diría que debió de titularse Crímenes imperfectos. Porque los epitafios incompletos que leemos en el último libro de María Luisa Domínguez Borrallo son epitafios de personajes asesinados por la torpeza del mal vivir. Me apresuro a aclarar que hablamos de asesinatos simbólicos: el despecho, la traición, la cobardía de no amar lo bastante o de amar a destiempo también matan. Sólo la víctima es siempre la misma: quien apuesta todo a la vida y ama con ciega vehemencia, y recibe el único premio del desengaño, casi con vocación de martirio, casi con adicción al dolor a cambio de la intensidad. “Siempre elijo arder en el mismo fuego”, dice la autora, y también “Hay fuegos que echan raíces, / que se enquistan”.

El sujeto moral que habita en estos poemas, o, si se quiere, los distintos personajes que toman la palabra (contrafiguras de la propia poeta) no saben vivir sin esa intensidad, o no conciben hacerlo. ¿Para qué una vida en la que uno no se da entero, cueste lo que cueste? Una vida tranquila es aburrida. Seguramente, un psicólogo profesional llamaría a todo esto “distorsión cognitiva”. Pero sin las distorsiones cognitivas la poesía no habría existido. Y este personaje está dispuesto a pagar el precio. “No quiero morir por la causa correcta”, afirma.

Es pues Epitafios incompletos una apasionada exaltación de la vida, aunque las palabras muerte, infierno, agonía, tortura, luto... se repitan constantemente en los poemas. Quizá porque, como escribió Marguerite Yourcenar, “la inclinación hacia la muerte es propia de los seres dotados de avidez por la vida”. También porque hay una forma distinta de morir y por la que vale la pena toda una vida: la de “los que han amado mucho”.

Poesía volcánica, arrolladora, sin medias tintas, Epitafios incompletos es un libro para leer con precaución. Absténganse los timoratos y los que se conforman con el sucedáneo. María Luisa Borrallo se expone entera, valientemente, y sólo quien también sepa jugárselo todo en la lectura debería abrir estas páginas.

José Luis Piquero.

Huelva 19 de abril de 2018

 

                     Fotografía de Manuel González Flores.
                     Modelos: Diego Flores y María Luisa Domínguez Borrallo.