Descalzos jugando a bailar,
para abrazarnos cinco minutos
seguidos, al compás de la música
de Leonard Cohen.
No sabías y mi pecho te marcó
el ritmo. Ahora si podrás decir
que sabes bailar un lento.
Bailamos…
Y ese fue el broche final,
flotar a través de tu cuello.
Tu ahondando en el hueco
de mi cintura. Unidos
en un abrazo roto al término
de una melodía.
Bailamos…
Solo para darnos un beso.
© María Luisa Domínguez Borrallo
© Fotografía de Jorge Lázaro |
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