nos vigila el tiempo.
Que los cristales nos impiden el paso.
Que las gaviotas muerden los ojos
y que los labios esperan un beso.
Sabes como yo que ser formidable
es una mentira piadosa en la que pensamos,
mientras nos atamos los cordones
de la vida y de los zapatos.
Que las medias nos ganan todas las carreras.
Sabes cómo yo que ser mujer
es el laberinto de los espejos ajenos.
Que los senos a veces pesan mucho
y que el corazón pende de un hilo
en las azoteas de enfrente.
Sabes como yo que tras la ventana
está la vida esperando un verso
que ya tiene poema.
© María Luisa Domínguez Borrallo
© M Fotografía de Elena Tobar |
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