No Pongas Nombre al Olvido

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18 de noviembre de 2016

LA PETITE MORT

No te miran ni descubren,
no se detienen.
Van del desván al sótano
pasando de largo
por las entreplantas.
No pueden amarte
porque carecen de tiempo,
de fondo, de inmensidad.
Se les escapa el aroma
de la vida, el sabor
de la lluvia y tu esencia.
Por sus manos solo resbalan
caricias buscando el éxtasis.
No mueren en el orgasmo,
por eso no retornan a la vida.


©
María Luisa Domínguez Borrallo 
   

17 de noviembre de 2016

EL MENDIGO

La escarcha había cubierto
El abedul de un frío infame.
El mendigo regresaba al hogar
con unas monedas
que circulaban por el mundo
desde el inicio de los tiempos:
la mentira y el olvido,
el sálvese quien pueda,
mugre en las uñas
Y una botella de vodka
a la mitad.


©
María Luisa Domínguez Borrallo  
   


16 de noviembre de 2016

HAY DÍAS...

Hay días en los que la prisa manda
y la cordura cambia de domicilio,
cuando miro tus manos y me instalo en ellas.
Donde otras latitudes son imposibles
y mi boca se extiende hacía tus sabores
mientras el cielo usa acuarelas
para sorprendernos.
Hay días en los que a horcajadas
te descubro ansiando mi templo
y dejo que camines por mi alfombra.
Hay días que rompen todos los techos.


©
 María Luisa Domínguez Borrallo

© Fotografía de la autora


15 de noviembre de 2016

LECTURA DE MI ÓRBITA SOBRE TI.


MI ÓRBITA SOBRE TI

Mientras todas las ventanas
se encienden y los balcones
escuchan los latidos de la luna,
con las piernas amaso barro.
Moldeo un mundo a mi medida,
una órbita sobre tus caderas.
Un camino sobre la hierba de tu pecho,
una caricia en tu cabeza.
Si pudiese raptar las horas pasadas,
en vez de reptar por las presentes...
en vez de marear los días
y batir tu ausencia,
te propondría bailar un lento
y hacer trampas para que te quedes.


©
 María Luisa Domínguez Borrallo

14 de noviembre de 2016

LLENAR LAS MANOS

Porque llenar las manos
sea quizás vaciarlas de mundo
y atrapar miradas de tiempos
y espacios, como si fueran
mariposas de colores
que revolotean, por una memoria
impertinente y una mente activa.

Porque llenar las manos

sea quizás clausurar todos los olores
y los sabores del viento,
meciendo tu pelo y anticiparse
a un nuevo golpe de caricias por llegar.

Después de todo puede

que llenar las manos sea vaciarlas
de acrobacias inverosímiles,
de gestos pulcros, y mancharse las uñas
gritando tu nombre en el acantilado del miedo.

Puede que llenar las manos

sea hundirme en la ternura
de quien inventó su muerte,
para proclamar mi vida en un anfiteatro
donde solo los gladiadores
me hacían compañía.

Puede que llenar las manos

sea desprenderme de todo
lo que conozco, para adentrarme
en los caminos que marcan los acordes
de una música, que te atreves
a componer para mí
y que no he querido escuchar hasta ahora.


© María Luisa Domínguez Borrallo

© Fotograía de Jorge Lázaro


11 de noviembre de 2016

BAILAMOS


Mi homenaje particular a unos de los hombres que más he admirado en el mundo: Leonard Cohen.

Bailamos…
Descalzos jugando a bailar,
para abrazarnos cinco minutos
seguidos, al compás de la música
de Leonard Cohen.
No sabías y mi pecho te marcó
el ritmo. Ahora si podrás decir
que sabes bailar un lento.

Bailamos…
Y ese fue el broche final,
flotar a través de tu cuello.
Tu ahondando en el hueco
de mi cintura. Unidos
en un abrazo roto al término
de una melodía.
Bailamos…
Solo para darnos un beso.

©
 María Luisa Domínguez Borrallo

10 de noviembre de 2016

LOS FLUIDOS

El tiempo se ahoga,
el recuerdo se marchita
y la vida continua
con un trozo de memoria amputada.
Para mantener el espacio
a veces son los tiempos los que sobran,
el sudor, las lágrimas,
los fluidos que vertimos viviendo.

©
 María Luisa Domínguez Borrallo

©Fotografía de Lolo Pasaro

8 de noviembre de 2016

TÓMAME AHORA

Tómame ahora
que no recuerdo el infierno
y tus brazos se me antojan alas.


Tómame ahora,
hazme ombligo de tu mundo.
Llena de recuerdos nuevos
este espacio en blanco
por el que pagué.


Tómame ahora,
sin prisas, sabiendo
que no sabes
lo que yo tampoco sé.

Tómame ahora
que esta amnesia
me permite
un nuevo comienzo.

Tómame ahora
avaramente, ahora
que no existe nada
que no lleve tu nombre.


©
 María Luisa Domínguez Borrallo

Fotografía de la autora

5 de noviembre de 2016

LÁVAME EL PELO

Amor hoy quiero
que me laves el cabello.
Que tus manos acaricien
mis pensamientos, que sientas
el latir de tu nombre en mi cabeza.
Que lavemos nuestras culpas
y no recuerdes el tiempo
que no te tuve, y yo estuve ausente.
Amor, aún tus dedos obran el milagro
de abrir amaneceres en la noche,
de romper los días que no recuerdo.
Tus manos pueden crear
una nueva memoria en esta nada.
Tus manos amor, sobre mi pelo,
tus manos sobre mi herida.
Tus manos amor.
Tus manos.


©
 María Luisa Domínguez Borrallo

2 de noviembre de 2016

ENTRE LA GENTE

Se disfrazaba de veneno,
de manzana de la perdición,
de serpiente de la discordia.
Se vestía de ciudades
y se perdía entre la gente
en ojos desconocidos.
Apagaba y encendía
las farolas a su paso,
creaba cataclismos menores
batiendo sus pequeñas
alas en una tierra inhóspita.



© María Luisa Domínguez Borrallo

© Fotografia de Chaguaceda Fotos

1 de noviembre de 2016

SIEMPRE TUYA

Me doy silencio
mientras tú me das la espalda
y todos mis gritos corren tras de ti.
Me deshabita el destierro
de tus labios en los espacios
que nunca serán de otro.
Me devuelves un recuerdo intacto.
Mi mundo agrietado mora en tus manos
mientras el tiempo ríe y canta
en la ladera muda de mi escote.


©
 María Luisa Domínguez Borrallo (Penélope en Su Odisea)

Fotografía de la autora

30 de octubre de 2016

LA VERDAD

Insistir en el juicio
mientras el disparate enajena
los hilos que enhebran la sensatez.
La memoria es una ramera
que se vende a trozos:
ninguna verdad huye entera.


©
 María Luisa Domínguez Borrallo


28 de octubre de 2016

SOBREPESO

Ningún beso era el mismo,
pero todos me buscaban
a la hora del insomnio.
La llave de la herida
no abría ninguna puerta,
y los quicios mordidos
por mis hombros seguían
odiándome en la oscuridad.
La noche propiciaba
la visita a los rincones ausentes
de la madreselva fugitiva.
La luna cayó a mis pies
por sobrepeso,
por excesos de miradas.


©
 María Luisa Domínguez Borrallo

© Fotografía de la autora

24 de octubre de 2016

SIN TOCARTE

En algún lugar de esta ciudad amor,
te paseas, quizás solo estemos
a dos calles de vernos.
A dos metros de convertirnos en manos,
en bocas, en cuerpos, en piel.
Quizás me vuelva y te vea,
quizás ya me estés mirando
por eso me siento tan desnuda.
Por eso no me giro,
no sé si temo encontrarte o que no estés.
La ciudad es el eterno laberinto
donde nos escondemos.
La calle me ahoga, me ahoga
respirar el mismo aire que respiras
y no poder exhalarlo juntos.
Me asfixia esta lejanía
de saberte cerca y de no poder tocarte.


©
 María Luisa Domínguez Borrallo

© Fotografía Rute Marques